Original o repro

Hace tiempo que surgió un mercado cada vez más en auge en el mundo de los videojuegos. Hablamos de las famosas repros. 

Hoy cuesta cada vez más encontrar juegos originales a precios decentes en cualquier formato, bien sean cintas, discos, y qué decir de cartuchos para los formatos plus.

Ante esta situación surge una nueva opción, que es la de la customizar tus propios juegos.

Es por ello que cada vez más gente opta por hacerse sus versiones caseras. Unos llaman a esto repros. Se dice que el nombre viene del término reprogramar, aunque también se afirma que viene del término reproducción. Las dos son correctas, ya que tanto si te fabricas el juego, como la caja, carátula, instrucciones o todo el pack, estás haciendo alusión a uno de estos términos. Tendremos que esperar a la inclusión del término en sí en el diccionario de la RAE.

Bueno, ya sea con este nombre o con cualquier otro, el caso es que es algo en auge. Antes podían ser creaciones de peor calidad que los originales, pero la verdad es que, con los medios de hoy en día, se hacen repros que en nada envidian al original, todo lo contrario. Cuando tienes algún juego por ahí suelto sin carátula, es sencillo hacerte tus propias carátulas o cajas para que así este deje de estar huérfano.

Para aquellos que no son muy mañosos, el mercado pone a su disposición ya infinidad de webs donde adquirir sus videojuegos o sus cajas directamente. Nadie puede decir ya que tiene su antigua NES o su Game&Watch descabalada por ahí sin su cajita protegiéndola del polvo.

La cuestión es que esta opción nos permite tener cualquier juego que antaño no pudimos tener y que hoy también está fuera de nuestro alcance, por escasez o por disparatados precios que no estamos dispuestos a pagar. Incluso podemos tener cualquier consola porque, por ejemplo, el auge de las consolas y ordenadores mini… eso también son repros, ¿no? ¿Otro debate? 

Hay gente que no es partidaria de estas repros, pero lo cierto es que el mercado, con precios desorbitados, lleva cada vez más a ello. Dicen que desvirtualiza el original. Y pregunto yo, por ejemplo: si tienes un juego que no te carga por el motivo que sea, y lo grabas de nuevo encima, ¿ya es una repro? ¿Ya desvirtualizamos y deja de ser original? Que no se diga que no hay motivos para el debate.

Hay por ahí “guías” para detectar si un juego se trata de un original o una repro, pero como ya comentamos antes, cada vez es más complicado porque todo es ya lo perfecto que cada uno quiera. Tipo de material, troquelados, colores…

Esto da pie también a engaños por parte de los de casi siempre, que quieren lucrarse en este mercado retro, haciendo pasar estas copias como originales, añadiendo un aliciente más al mundo especulativo que envuelve todo esto. 

Y como dicen que en la vida ya está todo inventado, pues las repros también lo están. Que se lo digan a los de los puestos del rastro o mercadillo de turno de los años 80. Cierto, la calidad era otra. El blanco y negro predominaba sobre el color, eran otros encantos. Pero de una manera u otra, repro, al fin y al cabo.

Que sí, que sí, que ya sé que eso era piratería. Pero si el señor del puesto se queda una de esas copias para uso y disfrute personal, eso ya es una repro como cualquier otra, ¿no?

En fin, estaremos de acuerdo en que, para uso personal, cada uno puede hacer lo que quiera, que lo malo es cuando se intenta engañar a otro, que de buena fe intenta hacerse con un juego con toda su ilusión. Actos que debemos condenar siempre por el engaño al comprador, y qué decir de la infracción por derechos de autor.

No es una cuestión de tener que elegir una opción u otra. Ya se sabe que para gustos están los colores, creo que ambas opciones son perfectamente compatibles. Como yo siempre digo, disfruta de lo que tienes y, si te lo puedes permitir, ten todo aquello que desees.