RetroReal 2022

Poco a poco, y tras dos años de forzado parón, los eventos retro van recuperando el pulso y vuelven a la normalidad, RetroReal 2022 Cacharreo Party en una buena muestra de ello.

En esta ocasión no se pudo asistir como expositor, pero aún así hemos pasado por allí para reencontrarnos con viejos conocidos y disfrutar de lo que ofrece este evento.

RetroReal 2022, Cacharreo Party

El evento se anuncia como Cacharreo Party, y es verdad que una buena parte del mismo está ocupado por la zona de cacharreo, dónde se pudo ver a varias personas haciendo de las suyas con estaño y soldador, cosa que para neófitos como yo queda fuera de nuestro alcance, pero siempre es interesante observar para ver si se aprende de quienes saben.

En la edición de 2019 pasé todo el evento en la zona de cacharreo, pero en la presente edición apenas salí de la zona lúdica.

Zona lúdica

En esta ocasión, fue la zona en la que me estuve entreteniendo todo el tiempo. Plagada de videoconsolas, con dos futbolines y seis máquinas de petacos, hicieron las delicias de pequeños y mayores, padre e hijos repartiéndose estopa con el Street Fighter II, o niños de más de cuarenta años reviviendo viejas rencillas con el Pong, todo un disfrute para los presentes.

No fue Pong el único juego en el que se dirimieron viejas disputas, la Atari 7800 echaba humo con uno de los juegos más recordados de la Atari 2600; había mucho rencor acumulado entre los contendientes, se palpaba la tensión en el ambiente.

En la zona de ocio, eché en falta algún ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64 o MSX; para ver algún exponente de estos sistemas de 8 bits había que ir a la zona de cacharreo.

Pinballs

Personalmente, con lo que más disfruté fue con los pinballs, llevaba más de veinte años sin tocar uno y doy fe de que me desquité, disfrute de ellos como cuando era un niño, en realidad mejor pues no tuve que dejarme la paga para disfrutar de ellos.

Además, pude asistir en directo a la reparación de uno de ellos, se había quedado atascado uno de los petacos, abrieron el marco, quitaron el cristal, levantaron la mesa y ajustaron el mecanismo; esto si que hacía más, mucho de más de veinte años que no veía hacerlo. Si recordáis aquellas máquinas en la que había que pulsar con todas notas fuerzas para que se moviera el petaco, olvidaos de ello, estás máquinas van suaves como la seda.

Hubo un campeonato en el que se pudo observar que nunca pasan de moda, quién tuvo retuvo; yo no participé, nunca fui muy bueno, pero esa es otra historia.

Juegos en red

También se pudo disfrutar de unas partidas en red, todos contra todos. Había varios PC conectados, en los que te podías sentar y echar unos buenos momentos intentando matar a todo aquello con lo que te cruces; no pude dar con la persona desaprensiva que me mató por la espalda, pero desde aquí quiero decirle «¡Ya te vale!».

Durante toda la jornada fueron desfilando los distintos jugadores, y es de justicia reconocer que cuanto más jóvenes, mejor se les daba, es lo que hay, nosotros somos más de gotitas malditas.

Campeonato Nintendo

Hubo también un campeonato con el cartucho que Nintendo editó hace muchos, muchos años, para tal efecto.

Pudimos ver a los jugadores mostrar su habilidad con el Super Mario Bross, después vimos su destreza al volante, y si quedaba tiempo, nos enseñaron como ir haciendo líneas en el Tetris. El tiempo era muy importante, disponían de tan solo cinco minutos para intentar hacer la mayor puntuación posible y proclamarse como vencedores del campeonato.

Concierto Chiptune

Otro de los atractivos de este evento fue el concierto ofrecido por Narciso Quintana, que nos estuvo deleitando a los presentes, y a los no presentes a través de Youtube, con sus composiciones, haciéndonos revivir viejos tiempos en los que la música nos sonaba de otra manera.

Falta de tiempo

Sí, esa es la realidad, fui desde Madrid y tenía que volver, el deber me llamaba, y no me pude quedar hasta el final del evento, por lo que me perdí uno de los momentos más divertidos de la edición de 2019, el contenedor del Retro, en el que se puede ver como personas, del todo respetables, se introducen de cabeza en un contenedor, de los que se usan para la recogida de basura, para salvar de la destrucción y el olvido diversos dispositivos que algún desaprensivo ha introducido en él.

Gracias a esas respetables personas, que no dudan ni un momento en poner en riesgo su integridad y la de los presentes, estos dispositivos disfrutarán de una nueva vida; alabados sean por ello y por su desinteresado sacrificio.

Y ya poco más os puedo contar, os dejo con algunas fotos y vídeos que tome durante el evento, espero que el año que viene se repita y que en esta ocasión las obligaciones no me metan prisa por volver a casa.